domingo, 12 de diciembre de 2010

...La Pietà...




Considerada por muchos la obra maestra de Miguel Ángel, la Pietà (del latín Pietà: "Sentido del deber", "Devoción hacia los dioses") fue esculpida por el artista en mármol entre los años 1498 y 1499 cuando el escultor contaba con apenas 24 años. La Pietà es la única obra firmada por Miguel Ángel, lo que nos indica la importancia que le dio el artista a ésta obra en particular; obra que causo gran polémica por el rostro de la Virgen de una juventud muy notoria en comparación a la de Jesús, a lo que Miguel Ángel respondió: "Las mujeres enamoradas de Dios no envejecen"

En esa imagen, de una niña joven y pura. Miguel Ángel es consciente que la diferencia de edad entre Cristo muerto y su madre es demasiado evidente. Lo que pretende hacer no es un retrato realista, sino idealizar la figura de la Virgen, llena de pureza y juventud.

La debilidad de Cristo, a quien la Virgen tiene sobre las rodillas reproduce el modelo tradicional de la escultura alemana. Miguel Ángel nos presenta un cuerpo muerto, sin rasgos de sangre ni dolor, por eso se retoma, la idea del retrato idealizado, no se pretende un retrato realista del dolor.



Hay un gran realismo en el tratamiento de la carne de Cristo que aparece sin vida, contrastando con la fuerza de la mano de María que sujeta con angustia a su hijo que parece que se va escurriendo hacia abajo.

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